Es lo mismo la energía solar fotovoltaica que la energía solar térmica?

Es evidente que la energía solar ha ido ganando terreno a lo largo de los últimos años y por eso cada vez vemos más placas solares fotovoltaicas en los tejados de las casas, en los bloques de pisos, en diferentes empresas, escuelas, etc.

En este artículo le recordamos cómo funciona la energía fotovoltaica y cuáles son las ventajas de tener una instalación.

La energía solar utiliza los rayos de sol para convertirlos en electricidad. Se trata de una fuente de energía renovable que se obtiene a través de la radiación solar y se transforma en placas solares. La luz solar penetra a través de las células que componen el panel solar, en este momento se produce un diferencial del potencial eléctrico que provoca una reacción en los electrones, haciendo que salten de un sitio a otro y generando así corriente eléctrica .

Hay una serie de ventajas con este tipo de instalaciones, entre ellas destacamos la capacidad de autoconsumo para generar la propia electricidad, el hecho de que se trate de una energía respetuosa con el medio ambiente y el ahorro energético que supone a quienes apuestan por este sistema.

¿Cuáles son las principales diferencias?

A diferencia de la energía solar fotovoltaica, la térmica se utiliza para calentar el hogar, para cocinar o disponer de agua caliente. Por eso, podemos afirmar que es un claro sustituto del gas natural o del gas propano.

La energía solar térmica nos permite obtener calor al calentar un fluido mediante la energía procedente del sol; posteriormente, este fluido calentará el agua de la vivienda mediante un intercambiador de calor. Como con las instalaciones fotovoltaicas, contar con una de éstas aporta una serie de ventajas económicas y medioambientales.

Así pues, es importante entender que existen diferencias entre estas dos placas solares. Los paneles fotovoltaicos transforman la energía solar en electricidad que posteriormente utilizaremos para alimentar a cualquier electrodoméstico, en cambio los paneles térmicos transforman la energía solar en calor convirtiéndose así en un sustituto perfecto del gas.

En ambos casos es importante tener en cuenta su posición, es vital situarlas en una zona que se facilite la llegada de los rayos de sol, por lo que normalmente las colocamos en el tejado de los edificios.

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